martes, 31 de julio de 2007

Alguien te "googlea": empresas indagan a futuros empleados

Uhh... estoy asustada... alguno de mis jefes puede encontrar mi blog y leer estas noticias o enterarse de mi fotolog de collares. No importa, me gusta almacenar las noticias aquí y hacer mis collares :)

http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=29752

Alguien te "googlea": empresas indagan a futuros empleados
Domingo, 15 de Julio de 2007
Enfoques, Economía y Negocios
Pablo Obregón Castro

Secretos personales pueden salir a la luz si se pone el nombre del aspirante a un cargo en este famoso buscador de internet.Tan extendida está esta práctica que la propia Sociedad Americana de Dialectos eligió el verbo to google como el verbo más útil de 2002. La moda de googlear puede alcanzar a cualquiera. Más potente que revisar el propio currículo, seguramente.


La penúltima edición de Harvard Business Review ofreció un caso de antología: el CEO de la cadena minorista de ropa de lujo, Hathaway Jones, acababa de anunciar un ambicioso plan para ingresar en el creciente mercado chino cuando recibió una llamada de un viejo amigo para recomendarle a Mimi Brewster, la hija de su mejor amigo, para ver si ella es capaz de dirigir la tienda insignia de la empresa en Shangai.

El CEO quedó impresionado con el currículo de la señorita Brewster, pero de todos modos dio un vistazo de rutina en Google, por si encontraba algo que pudiera afectar el desempeño de la novel candidata. ¿Sorpresa? Noticias y fotos revelaban el pasado de Mimi como vociferante activista contra las violaciones a los derechos humanos que se cometían en China y contra su incorporación a la Organización Mundial del Comercio (OMC). En suma, fue descartada.

"La venganza de los amateurs", dice Dave Winer, padre de los blogs y culpable de que hoy baste con teclear el nombre de cualquiera en un buscador, leer su diario de vida virtual y enterarse de todo cuanto lo enorgullece y avergüenza.

Las empresas lo entendieron también y, desde hace unos cinco años, cualquier empleador bien informado sabe que googlear a los postulantes a un cargo puede reportar grandes sorpresas. Más potente que revisar el propio currículo, seguramente.

Tímidamente, en Chile también se presentan casos dignos de la serie de investigadores CSI. El director de Stratos Executive Search, José Fernández, es uno de los que acostumbra googlear y, en ese afán, descubrió un caso que hasta ahora le da vuelta: "el caso que te voy a contar no lo descubrí en un blog, sino en una comunidad virtual de gente vinculada al mundo de la droga. Ahí pillé a un tipo lleno de conflictos no resueltos que andaba por la vida de virtuoso."

"Es algo que acostumbro a hacer para tener antecedentes adicionales de alguna persona que ha tenido puestos con alguna exposición. Hay una tendencia a separar de manera tajante la vida privada de la laboral como si pudiéramos desdoblarnos".

La socia de HK Human Capital, Leslie Coopers, también reconoce que googlea a algunos altos ejecutivos locales, pero no todavía con la intención de "pillarlos" en algo indecoroso, sino de seguirles la huella en lo que hacen en el plano profesional.

Tan extendida está esta práctica que la propia Sociedad Americana de Dialectos eligió el verbo to google como el verbo más útil de 2002.

Limpieza de prontuario
La moda de googlear puede alcanzar a cualquiera. El propio presidente de ejecutivo de Google, Eric Schmidt, fue utilizado por la página News.com como ejemplo de lo fácil que es encontrar información personal en el buscador: salía publicada su fortuna personal con lujo de detalles.

Para gracia de unos y desgracia de otros, el mercado reaccionó rápido y hoy existe toda una amplia oferta de servicios para limpiar los prontuarios virtuales. Los primeros fueron los norteamericanos. La firma Reputation Defender, con sede en California, se dedica justamente a buscar y eliminar contenido no deseado en Internet, por tarifas que parten en US$ 30.

En Chile también hay lo propio. Alejandro Escobar es director de la firma Wallaby, que también trabaja con páginas indeseadas y en desuso. En su caso, los principales clientes son las empresas, que compran servicios de identificación del grado de visibilidad de las páginas.

Clientes naturales todavía no surgen, pero Escobar reconoce que es un nicho de negocio interesante. De hecho, basta que un enemigo publique un anónimo en Internet y todos lo verán, sea o no cierto.

Tampoco hay que perder de vista que esta curiosa moda puede volverse contra las propias empresas. Un porcentaje mayor de los millones de consultas que recibe Google corresponde a empleados que buscan datos sabrosos sobre la vida privada de sus respectivos jefes.

Recomendaciones para no arrepentirse más adelante
A nivel local también existe la posibilidad de defender la reputación en la internet.

Tal como advierte el director de Wallaby, Alejandro Escobar, el gran problema de los bloggers es que, después del entusiasmo inicial, abandonan sus respectivos blogs y no vuelven a actualizarlos. Como estos diarios de vida no caducan, el robot spider de google los puede seguir registrando indefinidamente, cada vez que alguien los googlee.

Existe, eso sí, un servicio gratuito para bloguear llamado Vox, que ofrece algunas soluciones interesantes. Una de sus características es su capacidad para rotular cada entrada. Así que en vez de tener un blog completamente público o completamente cerrado, uno puede escoger con quiénes quiere compartir cada cosa que escribe. También es posible restringir el acceso a cada elemento multimedia a sólo las personas elegidas por el blogger.

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