jueves, 9 de agosto de 2007

Un MBA garantiza ascenso... sólo cuando hay contactos


http://www.economiaynegocios.cl/mis_finanzas/detalles/detalle_emp.asp?id=721

Un MBA garantiza ascenso... sólo cuando hay contactos 15.05.2007
Capital humano, Economía y Negocios
Pablo Obregón Castro

El mundo de los negocios tiene puertas difíciles de abrir. La promesa de una mejor renta y de acceder a un cargo de primera línea que ofrecen algunos programas de MBA abiertos a todo público se materializa sólo en contadas ocasiones.

Alejandra es matrona de profesión y porta bajo el brazo un MBA de la Universidad del Desarrollo. Trabajó seis años en una isapre, siempre en tareas administrativas. Como no ascendía, resolvió inscribirse en el máster, pero los resultados todavía están bastante por debajo de lo que ella esperaba originalmente.

"Después de recibirme de matrona en la Universidad de Tarapacá, pensaba en un diplomado y terminé en un magíster. Cada ramo era algo nuevo... Finanzas, Marketing, Recursos Humanos... todo fue un aporte. Con el tiempo me cambié de empresa y accedí a una mejor renta, pero sigo haciendo lo mismo", sostiene.

¿Qué faltó, entonces, para recuperar del todo la inversión?

"Como la mía fue la segunda promoción, faltaba una red de contactos. Ahora está más armada. Y también depende de la industria. Hay industrias en que los comerciales siguen súper valorados sólo por tener esa carrera", cuenta.
Estrategia desconocida

Luis Alberto Sota. Vision Consultting Chile
Si bien las estadísticas europeas, norteamericanas y chilenas no son directamente comparables, es razonable pensar que los consumidores locales tienen niveles de satisfacción por lo menos 15 a 20% bajo lo observado en EE.UU. y Europa, diferencial que supera el 80% en las industrias más negligentes del país.

¿Cómo transformamos este déficit en atención y servicio a los clientes en una oportunidad? Hay que comenzar invirtiendo en tres dominios relacionados con el trabajo.

Actitud. Es indispensable tener la voluntad, deliberada o transformada en hábito, de compromiso por resolver una preocupación del cliente. Esta voluntad de servicio debe ser libremente escogida o asumida por parte de quien sirve. No hay política o sistema que lo pueda imponer.

Promesa de valor. Para ser satisfechos, los clientes necesitan tener una experiencia de valor a cambio del pago que desembolsan. Para esto se requiere hacer una declaración pública sobre los estándares de servicio que los clientes recibirán. Por ejemplo, Domino"s Pizza promete la entrega de la pizza en 30 minutos o es gratis. Se trata entonces de establecer criterios fácilmente observables.

Procesos. A menudo se ignoran los procesos humanos. Se trata de los procesos mediante los cuales los empleados se coordinan para cumplir los compromisos realizados al cliente. Cuando se carece de mapas para los procesos humanos de coordinación y de prácticas para ejecutarlos, los clientes pueden terminar recibiendo cosas y papeles. Pero no quedarán necesariamente satisfechos.

La satisfacción no está en las cosas, sino que en el cumplimiento de las promesas. Por ejemplo, Cemex cuenta con procesos no sólo de entrega de concreto, sino que de entrega a tiempo, para descargarlo en determinado lugar, permitiendo incluso que el constructor cambie la orden 30 minutos antes. Para esto es indispensable tener procesos impecables.

El buen servicio genera reconocimiento para quien lo produce.
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Distinta es la experiencia del agrónomo Hernán Arretx. Cursó el mismo programa, pero en su caso le sirvió para acceder a puestos clave en el sector financiero: "Trabajé en una empresa de asesorías técnicas agrícolas cerca de dos años. Me fue bien y ascendí, pero en algún minuto topé techo. Empecé a tocar puertas y una amiga del Banco Santiago me llamó para ser ejecutivo de cuentas de empresas agrícolas. Postulé sin saber nada de bancos. Hice el MBA, me recibí en enero de 2003 y en febrero me llamaron de otro banco para un cargo mejor. Quizás, antes no hubiese podido ni siquiera levantar la mano y decir: "Aquí estoy, considérenme para esta pega"".

Problema de modelo
A diferencia de lo que ocurre en Chile, en Estados Unidos -creadores del MBA- no existen los programas diferenciados.

Las particularidades del sistema chileno conspiran contra las denominadas "otras disciplinas", y eso se reconoce tácitamente a la hora de acceder a cualquiera de los programas locales. Tal como reconoce el director de posgrado de la Universidad de Chile, Carlos Maquieira, resulta inevitable hacer la diferencia.

"Debe haber un ciclo de formación básica para la gente que no viene del área de los negocios. Eso incluye temas como economía, contabilidad, conducta organizacional, gestión de negocios, métodos estadísticos y decisiones de inversión. Es que la educación en Chile es distinta a la de Estados Unidos. Allá, cuando haces un bachelor degree tienes sólo dos años de formación y los otros dos son generales (...) Ellos tienen entrenamiento específico y eso genera un reto en el mercado de los MBA en Chile. Hay cosas que no puedes repetirle a los ingenieros comerciales o civiles industriales. Por eso, los MBA para ellos son más cortos".

¿Se recupera la inversión?
La pregunta que vale la pena plantearse es si el retorno de los programas abiertos justifica o no la inversión.

Y en esa línea, nada mejor que mirar las cifras: Un estudio que hace un tiempo elaboraron Hemisferio Izquierdo Head Hunting y "Economía y Negocios" reveló cómo el mercado laboral chileno sigue moviéndose en torno a ideas matrices que, en el mejor de los casos, van cambiando marginalmente. Del total de seleccionados para cargos clave, 43% tienen como carrera de origen la ingeniería civil; 36%, ingeniería comercial, y sólo 20% proviene de otras disciplinas.

En esa línea, los denominados "advenedizos" suelen no recuperar rápidamente la inversión.

Pese a esta realidad, los programas abiertos mantienen su atractivo. Tal como advierte José Agustín Olavarría, director de admisión de MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez, de los tres programas que esta casa de estudios imparte en Santiago, dos son abiertos: "incluso los ingenieros comerciales prefieren estos programas porque pueden interactuar con gente de otras disciplinas. La mayoría ingresa a estos programas para acceder a mejores cargos...".

El mundo empresarial es más cerrado de lo que se cree
Pese a todo, el mercado distingue perfectamente entre los profesionales propios del mundo de los negocios y los llamados advenedizos. Tal como advierte Leslie Coopers, socia de HK Human Capital, "tácitamente, las universidades y el mercado reconocen que no son iguales. En esa línea, si alguien hace un MBA porque sí, no tiene mucho sentido. Distinto es si esa persona está inserta en una industria congruente con su profesión de origen y, además, agrega capacidad de gestión al stock de conocimientos".

En la misma línea, John Byrne, socio de Boyden Head Hunting, está convencido de que los profesionales de otras disciplinas se incorporan con éxito al mundo de los negocios sólo en áreas definidas. "Depende del puesto. Si queremos alguien que sepa de logística o de administración de personas, sí. El ejecutivo a cargo de la Seguridad de Cencosud, por ejemplo, es un militar retirado. Pero no hay que olvidar que la formación original no es empresarial".

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